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Cuarenta excancilleres de América Latina pidieron a la Asamblea General de la OEA, reunida este miércoles, desconocer la reelección para un cuarto mandato consecutivo de Daniel Ortega en Nicaragua, con sus rivales presos, y evalúe suspenderla del bloque si no hay nuevos comicios.

"Si el gobierno de Nicaragua no acepta realizar nuevas elecciones libres, transparentes, justas", junto a "la liberación de todos los presos políticos, llamamos a la Asamblea General de la OEA a convocar a un período extraordinario de sesiones para aprobar la suspensión del Estado de Nicaragua" del bloque, dice el documento, en aplicación de la Carta Democrática.

El pedido es firmado por exministros de relaciones exteriores de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, agrupados bajo iniciativa de la ONG Idea Internacional.
La OEA no puede reconocer este resultado electoral ni a las autoridades que surgen de esa votación amañada", dice la carta, fechada en Ciudad de Panamá.

Plantean además "una salida pacífica a la crisis a través de la negociación con todos los actores políticos de Nicaragua" y sugieren a los organismos financieros internacionales como el FMI, Banco Mundial o Banco Centroamericano, "ajustar su política" para que suspendan sus préstamos al gobierno de Ortega, como una forma de sanción.

Ortega, un exguerrillero que cumple 76 años este jueves, ganó las elecciones presidenciales del domingo pasado


Ortega, junto con su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo, según cifras oficiales, consiguieron el 75,92% de los votos, sin rivales de peso.

Desde junio fueron ilegalizados tres partidos opositores y detenidos 39 activistas sociales, políticos, empresarios y periodistas -entre ellos siete aspirantes presidenciales-, sumándose a unos 120 opositores que siguen presos desde 2018.

A los recientemente detenidos, Ortega los acusa de promover sanciones internacionales, de "traición a la patria" de "lavado de dinero" y de haber querido derrocarlo con el apoyo de Washington, en virtud de leyes aprobadas a fines de 2020.

"Si los países miembros de la OEA no condenan y actúan en concordancia con los principios previstos en la Carta Democrática Interamericana, corremos el peligro de desvalorizar el significado pleno de la democracia (...) ante la emergencia de gobiernos totalitarios", dijo Daniel Zovatto, director regional para América Latina y el Caribe de IDEA Internacional.